¡Embarazadas en el agua! Qué precauciones tomar para nadar en la piscina

La piscina es, sin duda, uno de nuestros aliados para estar más frescas cuando estamos esperando un bebé. Y no hay nada más atractivo con el calor que darse un chapuzón en aguas refrescantes. Sin embargo, hay algunas precauciones que las embarazadas deben tener en cuenta en la piscina.

Protégete del calor

Cuando no se está sumergido en el agua y el sol aprieta, las altas temperaturas pueden tener un efecto negativo en la salud. Por ello, es recomendable evitar las horas centrales del día para ir a la piscina y hacerlo siempre en un lugar que tenga posibilidad de sombra, también es importante cuidar el tiempo que se pasa durante estas horas.

Asegúrate de llevar agua potable o de que puedes conseguir más agua en el lugar al que vas

Una buena hidratación previene problemas como el golpe de calor, por lo que esta medida combinada con la anterior nos mantendrá a una temperatura adecuada, no debemos olvidar tener en cuenta siempre este factor, debido a que la hidratación es importante para nuestro cuerpo en general y no solo en estado de embarazo y aún más importante si estamos haciendo nuestros ejercicios de 30 minutos diarios.

Una buena protección solar es esencial

Durante esta etapa, tomar el sol debe hacerse con precaución como venimos comentando a lo largo del artículo, sin embargo cabe resaltar que no solo tiene importancia por las temperaturas del mismo, sino que también es necesario no olvidar que, en el agua, el sol también afecta a la piel de forma considerable y es por ello la importancia de los protectores en general.

Báñate en zonas poco profundas

Para que puedas levantarte cuando quieras, en caso de que te canses mientras nadas, te dé una ola causada por otros bañistas… y prevenir el riesgo de ahogamiento o cualquier otro accidente que se nos pueda presentar, de presentarse la oportunidad y querer ir hasta zonas un poco más profundas, recuerda nunca ir sola siempre acompañada de personas que puedas ayudarte.

Tenga cuidado al caminar por el borde de la piscina o cerca

 El suelo puede estar resbaladizo ya sea falta de químicos que nos ayuden a esto, la presencia de agua constante en estas partes es un factor a tener en consideración y si estás en la última parte de tu embarazo, con tu centro de gravedad desplazado (y quizás sin poder ver fácilmente lo que pisan tus pies) el riesgo de caída aumenta, la recomendación es muy similar al punto anterior andar acompañada, tener precaución como usar chinelas anti-resbalantes o evitar caminar en estas zonas.

Asegúrate de ducharte después del baño

Los baños antes y después de entrar a una piscina siempre son de vital importancia tanto para el mantenimiento de la misma como para la salud de las personas pues ducharte antes del baño ayuda a regular tu temperatura, ahora bien, ducharte luego del baño te ayuda para eliminar los restos de cloro de tu piel y tu pelo también es recomendable para ayudar a tu piel y la exposición al cloro que te aplique una crema hidratante después de la ducha.

No zambullirse en el agua con fuerza 

Este punto va a depender de la etapa o el trimestre en el que te encuentres, al zambullirte de forma muy brusca puedes hacer que el agua entre en la vagina de forma con cierta presión, aunque el bebé está bien protegido por el tapón mucoso que cierra el cuello del útero y las membranas, si el tapón mucoso se ha perdido al final del embarazo, es mejor evitarlo para prevenir infecciones.